Estos pescados pueden producir trastornos gastrointestinales en determinadas personas. Se venden comúnmente en rodajas o filetes por lo que son difíciles de distinguir para el consumidor. Por eso es obligatoria su correcta identificación aunque, a veces, se han encontrado erróneamente etiquetados como pez mantequilla o mero, entre otros.
Los métodos de preparación adecuados deben eliminar la mayor cantidad de grasa posible, y es recomendable retirar la piel y la grasa visible. No se deben usar preparaciones en crudo. Cuando se cocinan a la plancha o cocidos nunca se debe utilizar el sobrante que queda en la sartén ni el caldo de cocción, ya que ahí será donde se encuentre la mayor cantidad de grasa.
Debemos evitar el consumo de estas especies a grupos sensibles como niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con patologías gastrointestinales previas.
Fuente: AECOSAN