La salmonella es uno de los peligros cuando empiezan a subir las temperaturas. Hemos de tener especial cuidado en la conservación de los alimentos vigilando que estén adecuadamente refrigerados y cocinados ya que la salmonella prolifera a temperatura ambiente.
La salmonelosis se transmite por contacto directo o por contaminación cruzada durante la manipulación. Recientemente, 154 personas han sufrido una infección alimentaria por salmonella en Gran Canaria.