Los análisis de suelos agrícolas son más importantes de lo que parece, ya que de ahí se basa la producción agrícola. En este tipo de análisis se controla algunos aspectos como la fertilidad de la tierra, la disponibilidad de nutrientes, las tareas a realizar antes de la siembra y de la plantación y por último, generar unas conclusiones de los parámetros del análisis ante algún posible problema nutricional que pueda presentar el cultivo.
¿Por qué se realiza estos análisis agrícolas?
Sin ellos no se podría garantizar una tierra de calidad y por consiguiente en qué condiciones se hará dicho cultivo. Además, se especifica también la clase de abonado para conseguir los objetivos de la cosecha favoreciendo así un correcto proceso productivo de cultivo.
La eficiacia de estos análisis agrícolas depende de la muestra que obtengamos para realizar el control, es decir, que sea una parte representativa importante del suelo. Los expertos recomiendan tomar una muestra de la superficie por cada 10/25 hectáreas de parcela.
Por tanto, antes de realizar la plantación y el riego de la misma, se debe realizar un correcto análisis agrícola del suelo. De esta forma, tendremos acceso a toda la información necesaria para manejar las condiciones que debe tener el riego y el abonado a través de las características que cumpla la tierra y la finca.
¿Qué se analiza?
Los parámetros analizados para que nos aporte la información necesaria son los siguientes:
En definitiva, sin estos cuatro parámetros mencionados no podremos definir una buena estrategia del abonado y del riego durante al menos un año. De ahí la importancia que reside en los análisis de calidad del suelo agrícola.